Un texto a pelo
- líneasobre
- 1 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 5 abr 2020
breve ensayo poético Sobre la acción 8.2 de Talma Salem en el marco de la Bienal de Performance 2019 - Córdoba, en el Gran Vidrio / arte contemporáneo.
por Lucrecia Requena y Jean Palavicini
Y el cuerpo de quien accionaba se hizo un gran cuerpo,
hermanado ante la delicadeza brutal de aquel instante.

Divulgación Bienal de Performance 2019.
A la inversa de otro de sus proyectos de performance, como Fin de Fiesta, la performance 8.2* de Talma Salem invita a una expectación meditativa. Lo excitante, el appeal, es relajar y hacer del instante una cama o algo perdurable. El equilibrio entre piñata y cuerpo es una inmovilidad que se contrapone a toda idea de monotonía, por el contrario, si hay algo que inquieta, en este caso, es el movimiento.
Talma propone una experiencia de límite que recupera el valor del abandono, haciendo a su audiencia solidarizar, respirar con lentitud, susurrar y sufrir a cada abrir y cerrar de puertas en el espacio expositivo.
Al pensar la relación con el público, cómo no preguntarse: qué confianza inspira nuestras presencias,
la tuya, la mía, delante de este equilibrio tan sutil? Tal vez el cuerpo, ni siempre hable con palabras,
pero qué contesta la sangre cuando algo se escucha?
Desnudar un cuerpo es desproveerlo de toda ficción, de todo engaño. Este cuerpo es un pedazo de carne que muestra sus venas, sus tendones, sus temblores, los suspiros y los gemidos, las temperaturas y los temores. Este olor, este pelo, son el cuerpo. Cuánto de esto hay en el acto imposible de sostener el aire?
Se han redoblado las apuestas,
no sólo voy a sostener el aire contenido en la forma,
sutil e incontrolable, de una esfera de piel látex,
sino que además será el aire que es mi propio aliento,
y lo haré sobre mis espaldas,
este cuero lleno de huesos.
Por demás, esta tarea se ha vuelto sutil y comprometida, no se trata de amor, damos la vida, como diría Idea Vilariño. Se han comprometido, no sólo el sostener, el aire contenido, este cuerpo entregado, sino también lo han hecho estos ojos que miran aparentemente apacibles. El compromiso tiene belleza, convicciones, entrega y hasta la delicada violencia que existe en el contrato tácito de los que miramos aquello que da la vida por lo que cree.
*Si en Fin de fiesta se trataba de una situación coreográfica donde les performers intentaban sostener globos en el aire que poco a poco iban multiplicandose, hasta llegar a los límites de lo físicamente posible; en 8.2, nos encontramos apenas con Talma, sola y desnuda, durante una hora, concentrada en mantener en equilibrio una piñata sobre sus omóplatos.
Comments